Un grupo de escritores encabezado por George R.R. Martin, John Grisham y Elin Hilderbrand, presentaron una demanda contra OpenAI, creadora del chatbot con inteligencia artificial generativa ChatGPT.
El recurso legal apunta que OpenAI violó sus derechos de autor, incurriendo en un “robo sistemático a escala masiva” de sus obras.
Los escritores apuntaron que la empresa que ganó gran popularidad el año pasado con el lanzamiento de ChatGPT-3.0 incorporó el contenido de sus libros a sus modelos de lenguaje basados en IA.
En la denuncia, que fue presentada esta semana, se apunta que usuarios de ChatGPT han usado esta herramienta para escribir precuelas y secuelas de best sellers como Canción de hielo y fuego de Martin, serie de novelas de fantasía que fue adaptada a la exitosa serie de HBO Juego de Tronos.
Demanda de escritores se suma otras denuncias contra ChatGPT
Los autores quieren que el tribunal prohíba a OpenAI utilizar obras protegidas por derechos de autor en sus modelos de lenguaje generativo sin “autorización expresa” y solicitan una indemnización por daños y perjuicios que incluye hasta 150.000 dólares por obra.
Esta no es la única denuncia de este tipo a la que se enfrenta OpenAI. Este año, la humorista Sarah Silverman y los autores Christopher Golden y Richard Kadrey demandaron a la compañía y a Meta por infringir los derechos de autor para entrenara ChatGPT-4 y Llama 2.
Esto porque OpenAI no es la única empresa tecnológica que ha lanzado chatbots con IA generativa. Otras multinacionales, como Google, Meta y Microsoft, también ofrecen de manera gratuita herramientas de este tipo.
Hasta ahora, las empresas tecnológicas defienden que sus chatbots no plagian el contenido de los artistas, sino que se inspiran en sus obras para crear un contenido propio.
En agosto, OpenAI dijo que los propietarios de páginas web ahora pueden bloquear su rastreador web, para no permitir que su contenido sea usado para adiestrar su IA. Varias páginas, incluidos editores de noticias como The New York Times, lo han hecho y han impedido así que OpenAI extraiga sus datos.
Paralelamente, esta semana en California se desestimó una demanda colectiva que acusaba supuestas violaciones de privacidad por parte de OpenAI.