Un momento que marcó un hito en las teleseries latinoamericanas fue cuando Cecilia Bolocco participó en “Yo soy Betty, la fea”.
La ex Miss Universo fue una de las invitadas dentro de la exitosa telenovela colombiana, estrenada en 1999 y protagonizada por Ana María Orozco y Jorge Abello.
Su participación fue recordada en una entrevista realizada recientemente, donde los actores Natalia Ramírez y Julio César Herrera, quienes interpretaron a Marcela y Freddy, respectivamente, confesaron que Cecilia Bolocco fue la invitada con la que más sufrieron cuando estuvo en la novela.
La experiencia de los actores de “Yo soy Betty, la fea” con Cecilia Bolocco
En una entrevista difundida en YouTube, Natalia Ramírez y Julio César Herrera fueron consultados por “cuál fue el invitado con el que más sufrieron”, a lo que Herrera respondió: “¿Con quién más sufrimos? Yo creo que Cecilia Bolocco“. Su colega coincidió e inmediatamente sostuvo que fue con “Cecilia”.
En esa línea, Ramírez detalló que “fue Cecilia, pero voy a decir por qué. La señora estaba en el camerino, en el baño cambiándose, y se le cayó un brillante (aro). Se le cayó al inodoro”. Al comentario anterior, Herrera recordó que “eso fue un mierdero. Literal”.
“Literal. Tocó traer al plomero, desarmar todo, pero finalmente se perdió el diamante”, explicó Ramírez, agregando que “esa señora lloró, madreó”.
Posteriormente, Herrera recordó cuando “hubo que hacerle un especial de 40 minutos donde ella era Betty la fea. Entonces el director de la novela, Mario Rivero, me dice ‘Julio, dirija usted, yo me voy’ y se fue, y me dejó dirigiendo a mí”.
“Es que ella quería contar como esa historia de ella, de que ella había sido el patito feo y terminó siendo Miss Universo”, agregó Natalia Ramírez.
El hito que marcó la recordada teleserie colombiana
Al mirar hacia atrás en el panorama televisivo global, pocas telenovelas han dejado una marca tan indeleble como “Yo soy Betty, la fea”. Desde su debut en 1999 en la cadena RCN, esta creación de Fernando Gaitán no solo conquistó las pantallas colombianas, sino que resonó con audiencias alrededor del mundo.
Esta singular telenovela desafió las representaciones tradicionales de belleza y amor, al presentar a una protagonista alejada de los estándares típicos de belleza pero dotada de una inmensa inteligencia y humanidad. La historia de Betty planteó debates profundos sobre la autoestima, la percepción de la belleza en la sociedad y la aceptación personal, estableciendo un diálogo cultural trascendental.
La universalidad de sus temáticas llevó a “Yo soy Betty, la fea” más allá de las fronteras colombianas. Ha sido adaptada y reimaginada en más de 20 países, con versiones en Estados Unidos, India, Alemania, México, entre otros. Esta capacidad de cruzar barreras culturales es un testamento a su relevancia y a la maestría con la que fue concebida.
Más que una telenovela, “Yo soy Betty, la fea” se convirtió en un fenómeno cultural. Su influencia se sintió en conversaciones cotidianas, en debates sobre estereotipos y en la forma en que se perciben y se retratan temas sociales en la televisión. Además, ha sido merecedora de múltiples premios y reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional.